LA COMUNIDAD JUDÍA TENDRÁ EL PRIMER PARADOR PROPIO EN TODA LA COSTA ATLÁNTICA
Continúan las repercusiones por el permiso precario otorgado por el Honorable Concejo Deliberante de Gral. Alvarado, a integrantes de la comunidad judía para instalar en la zona de playas del sector conocido como “Ebomar”, un sector de playas exclusivo para sus integrantes, el cual contará con una plataforma de servicios en base a estructuras móviles, que incluyen servicio de gastronomía y batería de baños públicos diferenciados.
Esta circunstancia despertó el enojo y la sospecha en la sociedad miramarense, a poco de la también irregular aprobación del espacio de playas adjudicado al emprendimiento conocido como “La Surfería”. En ambos casos, no existe como Unidad Fiscal de Playa, el sector autorizado en forma precaria. Resulta preocupante que nada más ni nada menos que quienes tienen el deber de cumplir y hacer cumplir las normativas vigentes, sistemáticamente otorguen esta clase de permisos lo que a posteriori, se transforman en situaciones administrativas “a medida” que además, sientan precedentes jurídicos. Entiéndase que nadie en su sano juicio se opone a la inversión privada y la apertura de nuevos espacios en este caso de playas, pero es menester que se formule previamente el marco regulatorio adecuado para que todos conozcan y accedan a las reglas vigentes en condiciones de igualdad. Máxime, cuando estamos a escasos meses del tratamiento para la renovación de la concesión de unidades fiscales de playa. Sin duda alguna, este tema continuará dando que hablar en los habituales corrillos de la política y en los distintos ámbitos en los que se desenvuelve nuestra sociedad.
